Riego

Agricultura inteligente IOT

Tras las cambios que supusieron el cultivo de plantas y la fitogenética, esta tercera revolución está cambiando el panorama del sector agrícola a través de la aplicación de soluciones TIC en el proceso de cultivo como la agricultura de precisión, el Internet de las Cosas, la utilización de sensores y actuadores, sistemas de geoposicionamiento, el Big Data, vehículos aéreos no tripulados o drones, robots, etc.

La agricultura inteligente presenta un potencial real para un incremento en la sostenibilidad y productividad agrícola, basada en un uso más eficiente y preciso en el uso de Recursos. No obstante, si bien en Estados Unidos entre el 20 y 80% de la comunidad agrícola utiliza este tipo de soluciones, en Europa se estima que únicamente entre un 0 y un 24% las utilizan.

 

Agricultura Inteligente

Desde el punto de vista del agricultor, la agricultura inteligente debiera de proporcionarle un alto valor añadido, a través de herramientas de ayuda a la decisión o para una gestión de sus explotaciones más eficiente. En este sentido, el Smart Farming está estrechamente relacionado con 3 campos tecnológicos interconectados, que son abordados por la red Smart AKIS:

  • Sistemas de Gestión de la Información: Sistemas planicados para la recogida, procesamiento, almacenamiento y diseminación de todo tipo de datos necesarios para gestionar las operaciones y funciones de las explotaciones agrícolas.
  • Agricultura de Precisión: Gestión de las variables espaciales y temporales para mejorar los rendimientos económicos en base a un uso precio de los inputs que reducen a su vez el impacto medioambiental. Incluye Herramientas de Ayuda a la Decisión (HAD) para la gestión integral de explotaciones con el objetivo de optimizar los inputs y preservar los recursos, facilitada a través del uso de sistema de geoposicionamiento, sistemas de observación terrestre, imagenes aéreas obtenidas a través de drones y por la última generación de imagenes hipertemporales ofrecidas por los satélites Sentinel, que permiten el desarrollo de mapas con distintas variables espaciales relacionadas con la producción, la tipología de terreno, el contenido de materia orgánica, niveles de humedad y de nitrógeno en suelo, etc.
  • Automatización agrícola y robótica: La aplicación de tecnologías de robótica, el control automatizado y la inteligencia articial en todos los niveles de la producción agrícola, incluyendo el uso de robots y drones agrícolas.

 

Las aplicaciones de Smart Farming no solo se dirigen a explotaciones agrícolas convencionales de gran tamaño, sino que también pueden convertirse en un relevante impulso para la extensión de otras tendencias en las explotaciones agrícolas, como las extensiones familiares en espacios reducís o de morfología compleja, destinadas a cultivos especícos o a la preservación de variedades vejarles peculiares, o la agricultura ecológica, contribuyendo así a una agricultura más respetuosa y transparente en respuesta a la mayores demandas de productos ecológicos de los consumidores, sociedad y mercados europeos. La agricultura inteligente también presenta evidentes benecios medioambientales, como por ejemplo a través de un uso del agua más eciente y una optimización del uso de tratamientos tosanitarios.

Fuente: FIA

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